Una alergia puede llegar a confundirse con una intolerancia, pero hay algunos signos y síntomas que las diferencian. Las personas que son alérgicas a ciertos componentes dentro de los alimentos tienden a experimentar síntomas después de consumirlos como dolores de cabeza, congestión nasal o secreción nasal, calambres en el estómago, enrojecimiento de la piel, erupciones o náuseas y vómitos.
Las alergias severas pueden causar una reacción bastante seria conocida como anafilaxia, la manifestación alérgica más grave que existe. Estas reacciones pueden ocurrir rápidamente y pueden llegar a ser fatales si no se tratan. Los síntomas de una respuesta anafiláctica grave a un alérgeno pueden incluir: hinchazón de los labios, boca, lengua o garganta, dificultad para respirar o ser incapaz de respirar correctamente, tos sibilante, una caída repentina en la presión arterial, palpitaciones, mareos o pérdida del conocimiento.
La intolerancia al azúcar no implica la respuesta del sistema inmune que sí se produce con una alergia. En cambio, una persona que es intolerante a un cierto azúcar tendrá problemas para digerirlo o procesarlo.
Lo cierto es que la intolerancia al azúcar es relativamente común. Provoca una serie de problemas digestivos, que varían en gravedad de persona a persona. Los síntomas pueden durar de unos minutos a varias horas después de haber ingerido azúcar.
Los síntomas de las intolerancias del azúcar incluyen: fatiga, calambres abdominales, hinchazón dolorosa, gases, náuseas o vómitos o diarrea.
Un ejemplo típico de intolerancia al azúcar es la intolerancia a la lactosa (debido al azúcar que se encuentra en la leche). Según los Institutos Nacionales de la Salud (EE. UU.), hasta el 65% de las personas en todo el mundo experimentan algún tipo de intolerancia a la lactosa.
Sucedáneos del azúcar
Muchas personas que son intolerantes a un tipo específico de azúcar no pueden tener una reacción adversa a ciertos sustitutos del mismo. Entre estos sucedáneos del azúcar podemos encontrar el xilitol, la stevia, la sacarina o el aspartamo.
Sin embargo, los sucedáneos del azúcar pueden tener otras implicaciones para la salud. Así, un estudio publicado en la revista Nature expuso que los edulcorantes artificiales podrían desempeñar un papel importante en el desarrollo de la intolerancia a la glucosa, por lo que podría no ser muy buena opción.
Fuente:Muyinteresante